Reflexionar sobre arte resulta cada vez más complicado, pero una manera eficaz de hacerlo es partir de documentos, archivos propios y ajenos y, por qué no, también de frases célebres, sobrias y contundentes. Tras la admiración en directo de las obras, tras el debate colectivo, y con la lectura como compañera de viaje, es bueno alimentarse con citas para hacer la digestión más cómoda, a modo de guarnición.
El problema de las citas es que, a veces, no sobreviven a la anécdota. Lo saben bien los políticos, que las emplean durante los periodos electorales, y todos esos mercenarios que sientan cátedra en los acontecimientos sociales con frases hechas, vociferando "ideas" tan relamidas como pedantes. Umberto Eco, en su estudio sobre La definición del arte, subraya la dificultad que entraña resumir los conceptos, pero analiza la relación entre arte y vida social con juicios contundentes y citas esclarecedoras. Lo mismo hacen otros artistas e intelectuales más o menos históricos. Motherwell, por ejemplo, cuando decía que «como consecuencia de la pobreza de la vida moderna nos solemos encontrar con la extraña circunstancia de que el arte es más interesante que la vida». No se. El pintor dudaba, entre otras cosas, de esa peligrosa atracción que ofrecen ciertos actos públicos en el seno del arte actual.
Cabe aquí preguntarse qué grado de sinceridad guarda nuestra intensa dinámica social y cuántos personajes, habituales en presentaciones o inauguraciones, se rigen por una pasión verdadera. Me temo que, si pudiéramos leer sus sentimientos, solamente encontraremos vanidades, hipocresías e inseguridades. El psiquiatra Eric Berne afirmaba que «no hay más que una ley estética, que es universal, porque se trata de una reacción biológica, heredada de la evolución de la raza humana». Subrayaba que «la belleza puede existir a pesar de oler mal, pero no porque huela mal. Y todo el mundo sabe lo que es un mal olor».
Creo que este blog puede dar mucho juego porque permite superar todo eso, lejos de las nubes de humo. Y, quizás, dentro de unos meses podremos "buscar frases" que resuman lo acontecido aquí, donde entiendo que no nos interesa el rollo social, sino el debate libre.
La falsedad que desprenden ciertos actos 'glamurosos' no huele mal, porque suele acompañarse de perfumes penetrantes, maquillajes sensuales, trajes a medida, palmaditas en la espalda y dulces miradas. Pero el arte no se nutre de olores artificiales ni de citas sacadas de contexto, sino de aromas invisibles, emotivos y absolutamente diversos. Como la belleza.
viernes, 25 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario