me ha costado encontrar la "fotografía censurada de las hijas de Zapatero". Se habla de gótico, citan a la familia Adams, dan caña y, por supuesto, los tertulianos ponen los micrófonos al rojo vivo. El País con su peculiar estilo "magrittiano" publica un recuadro titulado "Por qué no publicamos las fotos de las hijas de Zapatero". Es perjudicial para la papada hacer el gesto moralizador durante más de dos segundos. El Presidente se enfada porque se ha roto un pacto tácito. Lo que tendría que hacer es evitar ese tipo de situaciones y tener un poco más de dignidad. ¿Cómo se puede hacer el "posado" y luego pretender que la imagen no circule? El punctum, lo que punza y se torna sangrante, finalmente, es el pixelado del rostro. Podríamos hablar de "daño colateral" o facial, de un misterio banal, de un desastre indumentario. Lo único cierto es que, en tiempos de movilización militar subterránea, hizo bien la hija de Zapatero que se presentó ante Obaña y Sra. con una botas reglamentarias. Nosotros tampoco queremos, como el periódico de la moral impecable, publicar las fotos, lo único que hemos pretendido es citar el caso.
sábado, 26 de septiembre de 2009
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Siempre me ha intrigado la capacidad de Zapatero para mantener su sonrisa. Acojonante. No?
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