miércoles, 17 de marzo de 2010

Spinoza (MSTRKRFT REMIX)



Echandole un ojo a los colegas de Baruch Spinoza, me ha llamado la atención el médico alemán Walther Tschirhaus,
en espíritu protopositivista:
está ocupado en construir un exemplar de ciencia universal unificada cuyo modelo por excelencia sería la física de la cual vendrían a depender todas las demás ciencias o disciplinas. El poder de esta ciencia es de suma utilidad al hombre ya que no hay mejor medicina que pueda sanar nuestra mente.

Bajo la sombra de un proyecto aparentemente cienticista se desarrolla curiosamente
un cierto misticismo ligado a la idea de conocimiento y a la mente humana, donde el
conocimiento parece dibujar el fino hilo que nos une con Dios
(un Dios que no responde a una imagen personal ni articula una distorsión finalista).
No son pocas las perífrasis del Tractatus de intellectus emendatione y de la Ethica de Spinoza que encontramos en la obra de Tschirhaus (sin que se mencione el nombre del primero en ningún momento) lo cual no parece extraño en demasía ya
que este medico poseía una copia manuscrita de la Ethica desde 1675. A juicio de
Klever esto no debe ser interpretado de forma negativa ya que Tschirhaus, al igual
que Cuifeler, ha mostrado en su trabajo que la herencia spinozista, aun diez años después de la muerte de este viejo pulidor de lentes, sigue ocupando un lugar activo en el debate intelectual del último cuartode siglo. En la presente exposición del cfrculo de amigos de Spinoza no podía faltar un capítulo dedicado a la hermenéutica científlea de Lodewijk Meyer. Este personaje oriundo de Amsterdam que conoció personalmente a Spinoza en la escuela de latín de Van den Enden armó no poco revuelo
en 1666 con la publicación anónima del libro que lleva por titulo Philosophia
S.Scripé’urae Interpres.



Exercitatio Paradoxa, in qua veram philosophiam infallibilem Literas interpretandi normam esse apodictice demonstraturet discrepantes ab hac sententiae expenduntur ac refelluntur. Afirmar abiertamente que las revelaciones contenidas en las Escrituras no eran necesarias para la salvación humana y sentar al mismo tiempo las bases de una hermenéutica aplicada a los textos sagrados (exégesis) no era sin duda una tarea poco arriesgada, no en vano su autor no ignora que la ira de los fanáticos y supersticiosos no esperará mucho para desatarse, motivo por el cual sólo llevará a cabo la publicación de esta obra dos años después de su redacción y lo hará de forma anónima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario