domingo, 21 de marzo de 2010


Como buen volante bizarro, me encuentro concentrado antes de iniciar el tributo a Cagón & Crista. En un alto del entrenamiento: "Matarile". Tiene un subtexto que funciona, que no tiene respeto por tinglado político alguno, ni por las viejas mañas con que se ejerce el poder en el sistema de las artes. Algo crudo pero necesario para la gallada de las Antillas Andinas. También es bueno tener acá, en el backstage, los posteos de Taun. De alguna forma, al menos y espero, parecen tocados con la potencia tempestuosa de un blues bien flaneuriento. Sobre el autobús de los cagones, sólo sería crucial recalcar que viene justamente a reafirmar la tradición bizarra de luchar contra el buzz, el bien llamado hype. De lo que sea. A estas alturas voy corriendo con los potentes post "Un beso de verdad entre el artista y su negro" y "Los descubridores de Cagón con la novia de Nacho Vidal (hace tiempo)". Imperdibles.

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