sábado, 20 de marzo de 2010

A una transeunte

[Ésta es, con diferencia, la mejor traducción de uno de los poemas que más a marcado a la Modernidad]

La calle atronadora en torno a mí aullaba.
Alta, esbelta, de luto, dolor majestuoso,
una mujer pasó, con su mano fastuosa
levantando, meciendo, festón y dobladillo;

ágil y noble, con su pierna de estatua.
Yo bebía, crispado como un estravagante,
de sus ojos, cielo lívido donde el huracán germina,
la dulzura que fascina y el placer que mata.

¡Un relámpago... y después la noche! -Fugitiva belleza
cuya mirada me hizo renacer de repente
¿ya no te veré sino en la eternidad?

¡Por lo demás, muy lejos! ¡Demasiado tarde! ¡Jamás tal vez!
Pues ignoro a dónde huyes, y tú no sabes dónde voy yo,
¡oh tú, que habría amado, oh tú, que lo sabías!

1 comentario:

  1. ¿De quién es esa traducción? Yo tengo una traducción de Antonio Martínez Sarrión (de 1977), no está mal, mucho mejor que las primeras traducciones, pero esta que apuntas supongo que será más actual.

    A mí me encanta "Una mártir, Dibujo de un maestro desconocido"

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