DI TRACA

La cosa es simple, vamos para allá. Lo bizarro, una cosa importante, necesaria. La vida es rara de cojones, esta tan llena de situaciones extrañas que muchas ni te las crees.
Hoy me he levantado a las 7 y media de la mañana, por una razón bastante bizarra. A las 10 y media teníamos una audiencia con el Papa. Toma ya. Así que ni cortos ni perezosos desayunamos y salimos de la Academia de España en Roma a eso de las ocho y media. Había que coger sitio, no nos fuéramos a quedar en una lateral y ver mal el espectáculo. Caminamos por el Gian Nicolo y pasamos delante de la estatua de Garibaldi, la primavera ha llegado a Roma y se respira energía y luz. Cuando llegamos a los aledaños del Vaticano se palpaba ya en el ambiente nerviosismo. Otros becarios, los que habían solicitado la vista, al parecer religiosos, habían salido mucho antes. Estos se lo tomaban en serio, yo fui a hacer un video.
Pasamos un control de seguridad como el de los aeropuertos, todo esta lleno de Caranbinieri, guardia Suiza y servicio secreto. El publico lleva gorras, banderas, camisetas…lo digo en serio, me recordó en esos momentos a la entrada de un partido en el Molinon. Avanzamos hasta las primeras filas, por que las entradas de la Academia eran con recomendación, la plebe estaba mas atrás, así, conseguimos llegar a la fila 9.Todo un lujo, podíamos ver al papa de puta madre. Allí nos sentamos rodeados de monjas negras, monjas blancas, curas de sotana, curas de todo tipo, monjes, beatos y opusianos. De repente me puse triste por que me acorde de Benja (Orson) como habría disfrutado en este berenjenal delirante. Siempre andábamos por ahí haciendo el tonto con el traje de cura. Una vez, en Miami, nos pararon dos veteranos de guerra del Vietnam y Benja, que no se sabia ni el Padre Nuestro, tuvo que inventarse una oración, a mi casi me da un colapso de aguantar la risa.
Bueno pues a todo esto la gente entra en una catarsis de ansiedad por que se acerca el papa, había 10.000 personas, una bestialidad.
Y comienza la locura, grupos de crios y no tan crios empiezan a cantar algo indefinible, una suerte de canción futbolera adaptada al cristianismo. Y aparece el ínclito, bastante viejuno con un aire oscuro, cercano, por que se parece mucho al del Emperador de StarWars.
Comienzan los cardenales a leer en todos los idiomas, la gente enfervorizada, al fin, le toca al Papa, empieza a leer de unos folios como con desgana, la gente calla y murmulla, lee en un italiano lento y pesado, comenzamos a medio dormirnos, yo llevo grabando desde el principio, a los veinte minutos, nos levantamos y nos fuimos, dejamos al Papa Con la palabra en la boca, que es como se va a titular la pieza. Al salir, nos adelanto una japonesa que o se cagaba o había roto aguas, esta grabado. Nadie mas se movió de su silla, de hecho nos miraron estupefactos ante tal sacrilegio de largarnos. Pensé que se nos echaba encima la guardia Suiza, pero no fue así ,todo fue grabado convenientemente.

Al salir ,lo juro, tuve un momento ascético, de repente comprendí todo. La existencia, la vida y la muerte y la santísima trinidad. Me vi liberado de mis pecados y abracé la religión cristiana como modo de vida. En Julio ya no me vuelvo a España, me quedo en Roma, puede que me enrole en los soldados de cristo o en alguna otra versión. Me encanta la obra que hace la Iglesia. Es, quizás, la obra de arte total, nada de las torres gemelas. Fue, amigos, di traca.