domingo, 1 de mayo de 2011
en noviembre de 1792 Saint-Just dijo: "Todos los reyes son unos rebeldes y unos usurpadores". Esta frase es, según Zizek, una pieda angular de la política emancipatoria: no existe un rey "legítimo" opuesto al usurpador, puesto que ser rey es en sí mismo una usurpación, en el mismo sentido en que, para Proudhon, la propiedad como tal es un robo. Tampoco podemos perder de vista que las "propiedades reales" son el robo legitimado constitucionalmente. En España la dimensión de la impostura está trufada de patetismo. Basta escuchar medio minuto al rey y a su dinastía para comprender que ni siquiera tienen esa dimensión de "rebeldía" que se les reconocía en las postrimerías del siglo XVIII. Patéticos, insisto, trincones y cretinos: todos en la misma salsa.
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