martes, 3 de mayo de 2011

""Bueno", dijo el juezo, hojeó el cuaderno y se dirigió a K. en tono afirmativo: "¿Es usted pintor de brocha gorda?" "No", dijo K. "Soy apoderado general de un banco importante." A esta respuesta siguieron en el bando situado abajo a la drecha unas carcajadas tan cordiales que K. tuvo que reírse también. La gente apoyaba las manos en las rodillas y se agitaba como si tuviera un fuerte acceso de tos". (Franz Kafka: "El Proceso").

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