domingo, 11 de marzo de 2012

aposentado en Granada, en el Carmen de la Victoria, frente a la Alhambra. Más solo que la una. Bajo al comedor en plan siniestro: guisantes y pescado demoledor con patatas fritas. Frente a la meca del turismo y con un mal rollo de cojones. Cuando faltan los colegas falta todo. Estoy cada vez más convencido de que no hay que salir de casa ni para mear en la esquina del vecino. El sacerdote sedentario que fuí tenía esto clarísimo. Amigos bizarros no os seais gilipollas y quedaos en casa con un brasero viejo y una mesa camilla. Lo juro por Dios: viajar mata o, algo peor, te deja la mente en blanco.

1 comentario:

  1. ...no digas eso Fernando, si te hubieras quedado en casa, no habríamos disfrutado de tu estupenda charla de hoy...Quédate con que has perturbado nuestras mentes en blanco y algo de color han cogido...

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