El curioso caso del traductor español Herberg que amenaza con quemar material fílmico rodado en Chacabuco y Pisagua en 1974 como manera de presión debido a que ninguna autoridad chilena desea hacerse cargo de los registros, comienza a decantar en lo que aparentemente es una especie de acto oportunista de parte del ciudadano europeo.
El material incluye entrevistas a personas detenidas en campos de concentración tras el Golpe de Estado, pero en vista de que nadie se ha manifestado a favor de financiar un documental que retrataría el mismo lugar 37 años después, el denunciante dio a conocer a través de varios medios que "no nos queda más remedio que hacer una quema pública de todos mis materiales y que se esfumen como el humo de mi pipa. Y se acabó la memoria histórica y del Desierto de Atacama".
Asimismo en su blog desplega la invitación a la proyección del material y su posterior quema en el pueblo de Morille. "Se procederá a la quema de los documentos en una gran hoguera y proyección sobre sus humos de los prisioneros de los campos de Pisagua y Chacabuco en el desierto de Atacama", al día siguiente se invita al entierro de esas cenizas y se "ruega máxima asistencia a tan triste velada" en el texto titulado "Testamento chileno".
El origen del material
Sin embargo personas cercanas a la mediateca del Museo de la memoria, principal acusado por Herberg aseguran desde los inicios de la polémica, que el material que éste destruiría no le pertenece. Sus verdaderos realizadores son los alemanes Walter Heynowski y Gerhard Scheumann, que entre 1974 y 1975 realizaron siete documentales sobre el Golpe.
Por otro lado, Isabel Mardones, la encargada de la Cinemateca del Goethe Institut de Santiago aporta más datos sobre la confusa impugnación y acredita conocer de primera fuente a los productores del Studio H&S que realizaron estos documentales. También agrega que en el Festival de Documentales FIDOCS de 1998 se exhibió parte de ese material producido bajo el título “Yo fui, yo soy, yo seré”, cinta que incluye la única filmación conocida sobre los presos de Chacabuco y Pisagua en 1974. Miguel Herberg habría oficiado como traductor para esta producción al faltar un integrante del equipo. Sin embargo hoy, Herberg se jacta de ser propietario exclusivo de ese material e incluso lo subió a blog cuando en rigor se trata de las filmaciones de Heynowski & Scheumann, las que él amenaza con destruir.
Otros antecedentes
“Años después Miguel Herberg diría que no sólo hizo las entrevistas en los campos, sino que él también hizo las tomas”, lo cual no es efectivo asegura Mathias Remmert, productor de Heynowski & Scheumann durante ese período. Él asegura que los contratos de entonces acreditan estas funciones. “Es una pena que como colega trató de correr con colores propios. No hizo ni un texto, ni un montaje. La película no sólo son las entrevistas”, agrega.
Se consigna además una entrevista en la que Herberg se lleva el crédito del trabajo sin mencionar los esfuerzos iniciales de la productora Heynowski & Scheumann. En la publicación se le denomina "El Schindler español" que salvó las vidas de muchos presos en campos de concentración chilenos.
En una entrevista concedida a radio Cooperativa, el traductor asegura que lleva 40 años solicitando al Museo de la Memoria que reciba el material que supuestamente le pertenece, pese a que ésta institución lleva apenas dos años de existencia.
Cabe mencionar que actualmente las copias del documental “Yo fui, yo soy, yo seré” ya existen desde su estreno en Chile en la cineteca del Museo de la Memoria y el Goethe Institut.
“En medio de la discusión virtual que se ha generado, pienso que es importante que hacer público que las imágenes patrimoniales que parecían estar en peligro, en realidad existen en Chile desde hace tiempo”, asegura Mardones quien señala una serie de festivales en lso que se han exhibido desde 1998.
“Un juicio en Roma dictaminó que el sr Herberg no tenía ninguna propiedad o autoría sobre entrevistas e imágenes de ese filme, y que sí correspondían a los directores alemanes mecionados. Cuando el señor Herberg declara que dicho material es de su autoría y que va a destruirlo está violando los derechos de propiedad intelectual asociado a este valioso registro audiovisual, lo cual nos parece un acto inaceptable”, dice un comunicado firmado por Ricardo Brodsky Director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Ignacio Aliaga, Director de la Cineteca Nacional de Chile y Luis Horta, Director de la Cineteca de la Universidad de Chile.
En el documento se agrega que “Nos parece una ofensa inaceptable a la memoria de los detenidos en Pisagua y Chacabuco el que el señor Herberg utilice sus imágenes para hacer una hoguera, lo que además constituye una grave violación a los derechos morales de los autores y protagonistas de esas imágenes”, finaliza.
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