La carátula desnuda de "Electric Ladyland" es una joya de catálogo. Es una doble tapa atrapante. Una imagen sexy y psicodélica capturada por Karl Ferris. En estricto rigor, nuestras retinas se adentran al muy recomendable contenido adicional del tercer (y último) larga duración de Jimi Hendrix: una portada no deseada. Eso cuenta la familia. Aún a pesar de esta supuesta reticencia, las nenas adquieren una luminosidad que engaña con facilidad. Eso es postura. Eso es actitud. Una fotografía súper arreglada, con una dirección de arte que se siente muy gruesa, que se pone al servicio de un guión sin buscar sonar como "Buster". Dejando a todos con la boca abierta, de paso. Si tienes una guitarra y solamente sabes tres acordes, esta carátula también te va a gustar.
martes, 13 de abril de 2010
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