domingo, 15 de abril de 2012
apostillas a las notas cuencanas sobre mi fotografía: se han dado tres intentos al menos. 1) con un teléfono móvil y en pijama, cara de resaca y aspecto lamentable. Fueron despreciadas ipso facto. 2) una fotógrafo ecuatoriana me hizo posar en el Nouvel del MNCARS y luego en mi clase en el Máster. También eso se mandó a la papelera aduciendo que "parecía un economista". Para más señas en alguna de las fotos tenía en las manos el libro primero del Capital de Marx. 3) tras múltiples llamadas y mails desde Ecuador finalmente vino a casa Erika, fotógrafa española con ayudante. Exigencia insustituible: posar con camisa blanca y "calzado adecuado". Poso con desgana y con la certeza de que mi monstruosidad no dará para nada. El modelo era fotos de Richard Avedo. No te jodes. Luego querían una de los zapatos, atándome la lazada. En el despacho todos los focos y cables convertían la cosa en una continuación del camarote de los Hermanos Marx. Lo que yo te diga. Supongo que las propuestas de arqueología retratística que proponían otros "bizarros" era más oportuna aunque esta es la justa y verdadera. Así son las cosas y, como decían en el telediario, así se las hemos contado.
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