Extravíos, errores, engaños, pasiones, tu amor y tu
esperanza quedan absorbidos en tu meta sin descanso. Esta meta es, propia-
mente hacerse una cadena necesaria de círculos-culturales y desde esta nece-
sidad hacia la necesidad en camino para cumpletar una cultura general.»
Magda de Por donde se sube al cielo sea una “voluble
parisiense”
[...] solamente la imaginación, esa loca de la casa, puede hacernos mirar las cosas lejanas,
el lago de Como con sus villas perfumadas, las nieves del Monte Blanco y la grandiosa
majestad del Vaticano. La imaginación es un caballo con alas como el de los dioses.
Permita Ud. que doble la rodilla y que le ofrezca de ese modo un escalón seguro para que
suba graciosamente al albardón. Deje Ud. flotar los pliegues de su traje de amazona y cubra
sus delicados rizos de oro con el sombrero de copa, rodeado por una gasa azul. Aquí está
el látigo y la rienda de listón color de rosa. ¡En marcha!
En dos minutos, hemos salvado el mar como las golondrinas. Nadie nos pide nuestros
pasaportes ni registra nuestras maletas en Burdeos. Ya estamos en París. El corcel se hace
invisible, el traje de amazona se convierte en un soberbio atavío de ceremonia, y clopin-
clopan entramos al templo de santo Tomás de Aquino. Allí se verifica el matrimonio de
una amiga nuestra: Concha Miramón y Lombardo. (Cuentos completos 295)
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