Fort Apache. Terrible cómo llueve, llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris. En el pulso vi como el pescado crudo se amontonaba, ese roll enorme de tempura de carne de cangreja y el trocito de oreja negra. Los cinco dedos en el vaso de leche para sacar un pelo negro enroscado. La pierna amoratada y un náufrago metódico cuenta las olas, que se aplastan como bofetadas una detrás de otra. El winchester cubierto por serrín, y el dudoso reflejo en el cristal. Alguien está telefoneando.
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