domingo, 3 de marzo de 2013

Construção and Sartre’s “No Exit” Un salón estilo Segundo Imperio. Sobre la chimenea, una estatua de bronce. Cánticos de No'al


En el salón para fumadores, le quedaba una posibilidad, una pequeña posibilidad: si apoyaba las dos manos sobre la mesa, a cada lado del libro, si permanecía absolutamente tranquilo, quizá escapara por esta vez a su destino. Pero yo sabía que iba a perder esa posibilidad; el dedo pasaba suave, humildemente, por la carne inerte, la rozaba apenas sin atreverse a hacer presión. En construção: Amou daquela vez como se fosse a última; beijou sua mulher como se fosse a última; e cada filho seu como se fosse o único; e atravessou a rua com seu passo tímido; subiu a construção como se fosse máquina; ergueu no patamar quatro paredes sólidas; tijolo com tijolo num desenho mágico; seus olhos embotados de cimento e lágrima; sentou pra descansar como se fosse sábado; comeu feijão com arroz como se fosse um príncipe; bebeu e soluçou como se fosse um náufrago; dançou e gargalhou como se ouvisse música; e tropeçou no céu como se fosse um bêbado; e flutuou no ar como se fosse um pássaro; e se acabou no chão feito um pacote flácido; agonizou no meio do passeio público; morreu na contramão atrapalhando o tráfego. Nada de eso, porque ninguna luz cerca de los graduados parpadeaba de forma intermitente después  del incidente callejero.

Hace falta mucho tiempo para construir y para difundir una teoría de la opresión. Aquí el golpe viene asestado por una construcción espiral imparable, ascendente y descendete, en un radical vertical, en un canal de difusión rapido e implacable. El tono surge más que como del mensaje "E proibido proibir" como de un movimiento que engulle los mensajes, los libros y los discos hacia la acumulación de conocimiento para la respuesta social. Vocês uma vez lutaram contra um mal terrível. Pois é, ele fez que foi embora, ficou quieto fingindo de morto, aguardando que a massa surda e cega adormecesse, para voltar, voltar mais moderno, muito moderno, cheio de artimanhas, ao ponto de enganar alguns de vocês.


Hasta el momento en que muy suavemente regresa. Te apoyas en un largo bastón. Tus manos reposan sobre el puño y sobre ellas tu cabeza. Si tus ojos llegaran a abrirse verían primero a lo lejos en los últimos rayos los faldones de tu abrigo y los tobillos de tus botines hundidos en la noche sin luna ni estrellas. Si tus ojos acabaran por abrirse la oscuridad se aclararía.

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