sábado, 8 de noviembre de 2014

El granjero Cooper






El interés por las carátulas, carteles o portadas no es una aventura pasajera. Es el modo perfecto de atesorar la coexistencia de imágenes, palabras, movimientos y sonidos en una Gesamtkunstwerk, pero una "obra total" menos parafernálica a las destiladas por la sociedad del espectáculo. Pienso que el carácter de integración discreta que atribuyo al cartelismo abre meta-umbrales para activar el sentido de la imaginación, implícito en la experiencia creativa. En resumen, es la lógica imaginativa colmando la brecha entre la mera sensación y el pensamiento inteligible, lo que suele ocurrirme al contemplar la carátula diseñada por Richard Hamilton para "The White Album" de Los Beatles o el de Joseph Kosuth para "Fragments of a Rainy Season" de John Cale. O al recalar con el principio de unidad en la diversidad del nunca siempre bien ponderado Alex Steinweiss.

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