medianoche. mi hijo, entre redoble y redoble con su customizada batería, empieza a invocar al tío domingo. desde que lo vió arriba de su columna con todo el aparejo percutor rockero, halló otro punto de diálogo con él más allá de su conversación sobre chaparreras y tiro al blanco. es la hora. es el tiempo de aunar la batería y mi laptop. a la distancia, a cuatro horas de distancia, imaginamos a domingo en el café moderno. es una navidad en clave de power trío donde las versiones de "noche de paz" están lejos de cualquier cursilería navideña. algunas horas antes, fue lanzado un disco con versiones de villancicos navideños donde colaboré con un cover funk de una canción de navidad chilota: la titulé "villancico de los besugos". su lado b fue una colaboración indignada para taun, "concatenados". ambas, las incorporaré a disco laberinto como lados b. mientras tanto, rememoro cómo mientras amanecía en salamanca, la noche santiaguina era el telón de fondo para contar junto a los míos, las aventuras (ya no tan remotas) de cagón & crista.
domingo, 25 de diciembre de 2011
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