viernes, 8 de julio de 2011
RESISTIR MAMANDO ESAS TETAS MARAVILLOSAS
Había pétalos por todas partes. Elegí la puerta lateral por la que entro siempre, a pesar de que la central estaba abierta. Una música muy bella, que no supe identificar, me recibió. Llegué para el beso y todos me vieron. Yo avancé por entre sus caras y en todas estaba escrita la misma pregunta: ¿quién era yo? No supe responderles. No me conocía. Me recogí en el pequeño banco de siempre. Y fue allí donde la vi. No me pude resistir. Caminé hasta el pasillo central y la recogí entre mis dedos. Estaba muy perfumada y era del color de la sangre’
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