viernes, 20 de febrero de 2015

los pinchos morunos, con hierbabuena. tres pechugas de pollo

“Sentimos que aun cuando todas las posibles cuestiones científicas hayan recibido respuesta, nuestros problemas vitales todavía no se han rozado en lo más mínimo. Por supuesto que entonces no queda pregunta alguna; y esto es precisamente la respuesta”. La solución a nuestros problemas filosóficos es la disolución de los mismos (de ahí la concepción “terapéutica” de la filosofía): la toma de conciencia de que estos no tienen sentido o están mal formulados, y por mucho que nos esforcemos, no vamos a poder abordarlos de manera inteligible con el lenguaje.

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