Los carriles nocturnos y el aroma a gasolina mezclada con la tierra y el óxido del depósito, las impurezas de las teclas de contacto y las bujias purificadoras. Un ambiente tenebroso el del salón de fumadores. una momificación anóxica. Esta última palabra: baja la navaja. Las mascotas disenhadas genéticamente o las alfombras perladas puestas en remojo. En el borde de la guadanha aquella melodia.
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