Marcel Proust, H. G. Wells, Jack London, Thomas Mann
Metidos en el conocido corillo de Trangalanga, panorama de llanura que conocía, y del lado de Guermantes como el típico paisaje del río, dábales yo, al concebirlos como dos entidades, esa cohesión y unidad propias sólo de las creaciones de nuestra mente; la mínima parcela de ellos me parecía preciosa y expresiva de su particular excelencia, y, comparados con ellos, los caminos puramente materiales que había para llegar al suelo sagrado de cualquiera de ambos, y en medio de cuyos caminos estaban posados en calidad de ideal de panorama de llanura e ideal de paisaje de río.
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