Conocida como la muerte negra, La Peste. La enfermedad infecciosa más letal de todas las conocidas. Una de las plagas bacterianas, más antigua y más virulenta. Comenzó quizás en algún lugar en el norte de la India, probablemente en las estepas de Asia central, desde donde fue llevada al oeste por los ejércitos mongoles.
No había cura para esta enfermedad transmitida por la pulga, sin embargo pronto surgieron los llamados Médicos de la Peste para combatirla, ataviados con un máscara con pico de ave, una máscara de gas primitiva, que contenía en su interior perfumes, a modo de filtro contra la fetidez que emanaba de los apestados. Al mismo tiempo era una máscara de gas primitiva que se usaba para proteger el rostro contra el contagio.
No había cura para esta enfermedad transmitida por la pulga, sin embargo pronto surgieron los llamados Médicos de la Peste para combatirla, ataviados con un máscara con pico de ave, una máscara de gas primitiva, que contenía en su interior perfumes, a modo de filtro contra la fetidez que emanaba de los apestados. Al mismo tiempo era una máscara de gas primitiva que se usaba para proteger el rostro contra el contagio.
Una creencia común de la época era que la plaga se extendía a través de las aves. Por eso se creía que vestirse con una mascara con pico de ave podría alejar la terrible enfermedad.
Vestían además un traje largo con capa y sombrero alto, llevaban además una larga vara con un reloj de arena con alas en la punta que servía para manipular a los infectados sin tocarlos directamente.
A lo largo de la historia han muerto por la muerte negra, más de 200 millones de personas.
Su nombre causaba pavor durante la edad media.
La máscara incluía lentes de vidrio rojo, que hacían al doctor impermeable al mal.
Médicos de la peste; Mitad alquimistas-misticos, mitad médicos diagnosticaban a los enfermos, les daban tratamientos (por ejemplo se le recomendaba a la gente beber mucho licor pues, creían, esto combatía a la enfermedad).
Disimular el olor cadavérico, parar los esputos y la posible ruptura de las pústulas bubónicas.
"Diario del Año de la peste", escrito el año de 1722.
Relata las distintas formas que tuvo la población para enfrentar la peste, la vida social, los remedios o curas, las estadisticas de las muertes, los carretones que llevaban a los cadaveres, etc.
La palpación de la adenopatía (inflamaciones de los ganglios) produce un dolor muy intenso y por debajo de la piel se palpa una masa firme y no fluctuante.
dos tipos de peste bubonica; una en donde se hinchaban los bubon y la otra que afectaba directamente los pulmones, un tipo de pulmonía fulminante. El principal medio de contagio de la peste eran las picaduras de las pulgas, que campaban a sus anchas en una sociedad con tan poca higiene como la medieval. Pese a que es difícil constatarlo con una enfermedad que afectó a tantas personas de todo tipo y condición, sí que parece que determinadas profesiones estaban más expuestas a padecer peste, siendo más peligroso ser comerciante de paños (las pulgas se esconden entre los tejidos) que, por ejemplo, herrero. De hecho, pronto se dieron cuenta del peligro de las vestiduras y entre las primeras medidas que se emplearon en Europa para evitar el contagio fue el de quemar la ropa de los infectados o prohibir la entrada de cargamentos de tejidos en las ciudades. Incluso en algunas ciudades se permitía la entrada al viajero solo después de haberse deshecho de las ropas que se traía puestas, cambiadas por otras «seguras» prestadas por la propia ciudad
Tras un periodo de incubación de entre dos a ocho días, aparece bruscamente un cuadro de fiebre, cefalea (dolores de cabeza), escalofríos y astenia (debilitación del estado general). Después de algunas horas o días los pacientes notan la presencia del bubón, que es una adenopatía dolorosa al tacto, de 1 a 10 cm. de diámetro, que se localiza generalmente en las regiones inguinal, axilar o en el cuello y que en ocasiones pueden supurar.
Debe sospecharse la existencia de peste bubónica cuando una persona tiene síntomas tales como adenopatía, fiebre, escalofríos, cefalea y agotamiento extremo con antecedentes de posible contacto con roedores, conejos o pulgas afectadas. Al margen del análisis de sus causas más obvias, tales como la presencia del bacilo Yersinia pestis, los historiadores han buscado, desde diversas perspectivas, el significado de este gran acontecimiento.
Con frecuencia se acompaña de hepatoesplenomegalia (hígado y bazo anormalmente grandes) y es muy dolorosa.
Corrientes herederas del marxismo y estudiosos como Guy Bois atribuyen a esta epidemia el papel de demostración de la crisis del sistema feudal. Sin embargo, también murieron muchísimos representantes de la nobleza. Reyes como Alfonso XI de Castilla o Juana II de Navarra murieron de peste negra, así como Margarita de Luxemburgo, la reina consorte húngara esposa de Luis I. Lo que contradice la teoría de Guy Bois, ya que no era la pobreza el lugar exclusivo donde atacaba la «peste», sino que nadie estaba a salvo. Lo que demostraría asimismo era que el «estamento alto» distaba mucho de serlo (al menos intelectualmente), puesto que creían que estaban a salvo sólo por no ser «pobres».
Así, el gran crecimiento demográfico que el mundo feudal había vivido durante la Plena Edad Media había puesto en cultivo tierras cada vez de menor calidad y de bajo rendimiento, lo que provocó una paulatina caída de la productividad y una creciente malnutrición. En este contexto llegó un bacilo que en otra situación habría sido recibido con fuertes defensas fisiológicas y no habría provocado gran mortandad, pero que esta vez encontró un sistema inmunitario debilitado.
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