viernes, 24 de junio de 2016

un espectaculo oculto y las ansiedades a flor del vino, un vinilo arquitectura del escarabajo

Lo cercano se hace necesario y lo de siempre, no hay porque largarlo a la primera. Para el crecimiento es necesario estar cerca de otros y conocer su trabajo así como abrir el tuyo. El jueves comí con Miguel Cereceda en Hondura de Huebra, una paella acompañada de un buen vino del priorato, comimos Manuela él y yo. Tenía ganas de contar y repasar, de nuevo, todo sobre el proyecto de la escultura habitable en Hondura, una pieza que mezcla la arquitectura y el arte con un interés máximo de que sirva para algo. Los claustros antiguos sobre sus amplios muros Despliegan en cuadros la santa Verdad, Cuyo efecto, caldeando las piadosas entrañas. Atempera la frialdad de su austeridad.(charles baudelaire). Una arquitectura necesaria sobre la creación del arte. La envolvente visión sonora, haciendo que la música salga de las piedras Tengo el defecto de mezclarlo todo y ese defecto lo mantengo por defecto. No compongo nada, me quedo con mis pensamientos tempranos. Hablo de todo lo que me está ocurriendo e intento que se divulgue por todos los lugares, que no quede en una versión elitista de unos pájaros que comen y beben mitificándolo todo. Cagon and Crista, dispuesto a reunir a músicos y artistas sensibles bajo su batuta, un tubo de cobre agujereado con un mango de baquelita del cambio de marchas de un coche. 15 artistas: músicos, performer y bailarinas con actos lumínicos transversales. La duración era siempre aproximada, según fuera el ruido establecido y el grado de concentración de unos con los otros. La pieza, en este caso, titulada "Ánimo para una miga" era un paralelismo de gran rigor ideológico de formas de hacer y producir la obra. Sacrificio para buscar aguas claras. Todos los artistas, allí, en el sitio que Cagon elige, aparecen y tocan partes individuales, distintas de los demás, un "sonido amplio" que cada uno interpreta y es responsable de completar con las diferentes alturas del director de la gran miga sonora. Cagon and Crista abre la pieza al unísono, sin separarse de su voz que es la cuerda de transmisión. La parte sonora, como en toda la obra, pone de relieve un sonido hasta juntarse con otro más agudo o más grave para hacer que se escuchen todos los sonidos intermedios posibles. La construcción de la escultura habitable en Hondura, de igual manera, copia un formato que es, que surjan inevitablemente caminos y sonidos para que los aprecie el oído y que no puedas desaprovechar nada, concretando la cartografía de una arquitectura sonora.

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