jueves, 14 de enero de 2016

3 cagon en la empatia de sus antiguas obsesiones

decido establecerme en, Los Angeles, en donde creo una especie de laboratorio en el que experimentar con distintos materiales y técnicas. mis obras, en lo que se ha calificado de «arte matérico-sonoro», son tan impactantes para la vista como para el tacto, sonido es cosa aparte. La fuerza de sus sonidos o la gama de colores prácticamente monocroma se alían con materiales tan dispares como el plomo, la paja, la sangre, los flujos, el barro o las plantas. Y la ceniza, símbolo de la regeneración, de la resurreccion.

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