Gerardo Figueroa empezo las sesiones de grabación del album de despedida de bizarro en su estudio GFR Broadcasting System. La particularidad de esta obra es que decidí cantar, cosa no habitual en mis piezas sonoras salvo cuando con hacía segunda voz en los covers de los Loyola Records en nuestro autorecitales. Aquí estoy chequeando equipos cantando "Instant Karma" de Lennon.
Castro Flórez afirma: "Beckett tiene, como también es manifiesto en Borges y Bernhard, una capacidad magistral e incluso histriónica para ridiculizar a la filosofía, esto es, para mostrar que sus pretensiones son irrisorias. En El innombrable, por ejemplo, leemos: “De nobis ipsis silemus, decididamente este debería haber sido mi lema. Sí, también me dieron algunas clases de latín apestoso, que queda muy espolvoreado entre el perjurio”. El fragmento de la Instauratio Magna de Francis Bacon, citado para la posteridad hermenéutica, en el epígrafe de la edición B de la Crítica de la Razón Pura kantiana, sirve en el texto de Beckett como una delirante “referencia de autoridad” que, en última instancia es falaz. Adorno sostendrá que el autor de Final de partida se encoge de hombros ante la posibilidad de la filosofía o de la teoría en general hoy. Sin embargo, el arte necesita de la filosofía para su interpretación, “para que diga lo que el arte no puede decir, aunque sólo el arte pueda decirlo, en la medida en que no pueda decirlo en absoluta”. El carácter paradójico de la teoría estética, con este pálido fulgor del nihilismo, tiene un carácter hechizante.
Barrie: "Una consecuencia importante de la escaramuza de la laguna fue que los pieles rojas se hicieron sus amigos. Peter había salvado a Tigridia de un horrible destino y ahora no había nada que sus bravos y ella no estuvieran dispuestos a hacer por él. Se pasaban toda la noche sentados arriba, vigilando la casa subterránea y esperando el gran ataque de los piratas que evidentemente ya no podía tardar mucho en producirse. Incluso de día rondaban por ahí, fumando la pipa de la paz y con el aire más amistoso del mundo."
HIJO D.
ResponderEliminarTe convertiste,
qué Orestes tan falso.
Las furias bostezan,
no quieren perseguirte,
tu carne no está fresca,
no hay nada nuevo en ella.
Y yo río de tanta lástima que te tengo.
Y yo río de tanto odio que te tengo.
Pero pronto miraré a otra parte,
con hermosa indiferencia;
dejaré en paz los bochornosos
crímenes de tu humanidad
para los gusanos regordetes
de tu conciencia.
Yo sólo te digo que te arrancaste la camisa,
¡manos e ideas confabularon tantas cosas!
Pero qué pudiste tú,
mísero mortal contra tus genes;
sus defectos se miltiplicaron en tu carne
¡aprendiste!
No hay buitre a quien le apetezcas,
ni siquiera a mi sarcasmo;
lo hago con asco,
te diré.
Leña de la leña
del árbol caído
que tú mismo talaste.
La memoria de tu madre
descansa intranquila,
no sabe mirarte a los ojos,
sin recordar los suyos…
más tierra sobre su vientre;
un sollozo ahogado
cava y humedece su tumba:
“hijo eres tu padre”.