El calor de la música caliente tardó pero derritió los metales.
Cuando se acerca el fin, ya no quedan imágenes del recuerdo; sólo quedan palabras. No es extraño que el tiempo haya confundido las que alguna vez me representaron con las que fueron símbolos de la suerte de quien me acompañó tantos siglos. Yo he sido Homero; en breve, seré Nadie, como Ulises; en breve, seré todos: estaré muerto. La base de la colina se plego de forma estrepitosa, la canción insensatez "How Insensitive" de Jobim entraba por los oidos a unos decibelios extremos. Bloques de granito de varias toneladas rodando de un extremo al otro del valle como en un futbolín gigante.
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