Un traqueteo y chispazo trasladado a un teatro abierto, una única gran gotera. Esto es tremendo, con la sencillez que algo incontrolable empieza a tambalear la estructura. El viaje de mil millas, sin embargo, conllevó un gran desafío: cruzar las aguas del temido Pasaje Drake, un área de mar agitado en el que las olas pasan de tres metros de altura. De acuerdo con las autoridades portuarias, el naufragio se produjo probablemente debido a la compresión de la embarcación por la acumulación de hielo y los vientos de 60 nudos que impedían moverse al barco. Un zig zag eléctrico sacudió a los presentes arrojándolos al gelido mar donde unos primitivos seres emergieron con sus grandes aletas acompanhados por aquellas figuras negras como el ópalo y gigantes como edificios altos en el medio de la tormenta nocturna. Los contadores y aplicaciones softwares se dispararon alarmantemente, y enseguida encontramos que un montón de materia oscura, lo que parecia una composición de tela de aranha, que cubrió el auditorio de aquella embarcacion sumergida.
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