Fernando escribió: "CRÓNICA
PROVISIONAL DEL PRIMER "ASALTO" DEL TOSTONAZO. Ayer nos desplazamos
hasta Herguijuela de la Sierra. Manuela y yo desde Vegas de Matute, Carlos León
y Cristina desde la inmediaciones de Torre Caballeros y Domingo
Sánchez Blanco, Manuela Zarza y Rosadora Dora
desde Salamanca capital. Atravesamos secarrales impresionantes, hace años
surcados en una mítica "conferencia de cien kilómetros", dejamos
atrás La Peña de Francia y, ya cerca de la frontera extremeña, en la boscosa
zona de Las Batuecas dimos con el pueblecito que es, realmente, encantador. El
primer vistazo a los tostones en la panadería, con un encargado que, según
comentaron, tenía la vestimenta apolillada, presagiaba lo mejor. Una hogaza de
pan impresionante estaba cubierta, cual novia, por una tela gruesa blanca. Las
dos mesas, con escalón incluido, estaban dispuestas en una fresquísima
(afortunadamente)
"casa de cultura" (nunca, apostilló, Carlos León,
ese término ha sido más afortunado) con un cajón en el que habían colocado
tomates variados y extraños. Con la llegada de Paco Novelty y de un caballero
que traía un fantástico centro floral, más el propietario de los aceites Soleae
y la chica que practica la agricultura ecológica ya teníamos el plantel
completo. Se hicieron las exposiciones gastronómicas oportunas, desde la cata
de aceite, con su frescor y picor estupendo a los tomates de distinta
procedencia y sabores mágicos. Paco nos explicó la raza de cochinos que íbamos
a saborear. Llegaros a pares y con las orejas y el rabo protegidos por papel
albal. La piel oscura y densa, la carne suculenta, el sabor memorable. Los
vinos: Las cabras Pintas, Cámbrico, Nogal y Picón realzaban los manjares y
Cámbrico fue especialmente celebrado en rivalidad con el Picón de Pago de los
Capellanes. La charla fue de acá para allá, excesiva, según comentario
"malvado" del día después, en el anecdotario.
En cualquier caso,
"el tostonazo" es, entre otras cosas, una ocasión para celebrar la
amistad, recordar a ciertos amigos y divertirnos en tiempos de aburrimiento
institucional. Nos dieron las ocho y seguíamos en la cosa tras probar unos
helados, también gentileza de Paco Novelty, que estaban demasiado cremosos pero
no por ello menos deliciosos. Cerramos la cosa en Herguijuela con una lección
magistral sobre los tipos de aceite por cuenta del responsable de Soleae. De
ahí curva tras curva hasta Honduras de Huebra donde vimos un despliegue de
ruinas aptas para los "constructores locos". Ya de noche cerrada
regresamos, por la carretera de Ávila a nuestra casita azotada por el viento.
En el camino, en cuatro ocasiones, nos "embargo" (palabra oportuna en
época "desahuciada") un olor pestilente: puede que fueran cochiqueras
aunque también pensamos en montañas de conejos muertos. Hay que decirlo sin
tapujos: en la meseta hay algunos tramos en los que huele a podrido con más
intensidad que en la Dinamarca Shakesperiana. Tratábamos de ajustar el consumo
de nuestro híbrido a cuatro litros los cien kilómetros o menos. Manuela no
aceleraba ni cuando el aroma era superlativamente repugnante.
El tostón se
había transformado, en mi imaginario calenturiento, en algo propio de la
estética escatológica. El dolor de cabeza me llevaba de anécdota en anécdota,
el viento zumbaba en el bosque de Vegas de Matute, pensé que en la "casa
de cultura" de Herguijuela seguirían sedimentadas nuestras risas. Lo
dicho, una ocasión para celebrar, a la manera post-socrática, la amistad. Las
fotos con los cucuruchos en la calva certifican que estábamos más allá de
cualquier corrección. Larga vida al desvarío, especialmente, si podemos tener a
mano tostones, tomates, aceites y vinos. Pero sobre todo si, como recordó
Domingo (citando a Beuys), la mejor obra de arte del mundo es una buena
conversación. El septiembre tendremos el segundo acto en tierras segovianas y
tal vez un epílogo otoñal portugués. Todo se andará. Con seguridad y consumos
reducidos de gasolina. El mal olor queda atrás."
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