miércoles, 18 de noviembre de 2015
vestido decalescente,
en una piel de oveja vigorosa que se hace almohada mi culo se deleita de esa forma de ese calor, entre acordeones y bastones, no son jotas son canciones corales a tres voces, peleandose por la "z" cagado el zetear un lugar hediondo procesado, los coros de los pantanos siguen dando calor armonioso a mis orejas, sirve todo para tranquilizar las embestidas de sus sombras que dejaron algo incocluso. en mi taller se esta escamando el techo y huele a hortalizas, no importa tener cara de conejo. colemos una voz y un pañuelo negro, un pañuelo que huela a patatas y a pan pringao. la piel de oveja me espera con su calor y sus tetas.
el arte de hacerte de oro, no se trata de ninguna metafora es literalmente hacerte de oro y compartir postura o impostura a cuatro patas, escala desapercivida el paramento y fachada dispar, multiples sonidos se escuhan en el taller del orfebre tecnologico digital, cien años durara, reinvetar mi cuerpo y tu gesto en un selfi ( hacerlo uno mismo) guerra al arte enfrentamiento constante a tus miedos y a lo desconocido, no sirve avanzar, sirve avanzar matando los tics que te golpean en la memoria y no es posible un avance demostrativo, tan solo se entiende con el ruido que te abduce el futuro.
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