La
misteriosa atracción que, en el sueño, siente por un
túmulo lejano. No lograron volver a encontrar las cosas en el mismo lugar
en el que aparentemente las habrían dejado por la noche. En un primer momento nos fuimos al despertar,
con ese tránsito del sueño a la vigilia.
Le pillaron poniendo un ladrillo y se metio en un hueco estrecho donde pudo deslizar el pinrrel entre los surcos hasta alcanzar la llave y el rollo de papel por debajo de la puerta. Son las siete de la manhana y no hay nadie en el departamento, los ruidos son estrepitosos, no hay donde dejar la chaqueta. Cuando sale se petan los oidos por el ruido que producen los obreros al limpiar la fachada. casi visualiza los frenos que articulan un sonido cuando giran las cuatro ruedas del autobus de dos pisos. El picoteo de los oficinistas sin hablar casi en un ronroneo sordo se disparan bloquendo las neuronas que llevan al aturdimiento mientras que el pollo gigante tipo pinhata roba piedras y sale desde una especie de humo blanco como vapor.
Sams, G.
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