jueves, 17 de abril de 2014
una tierra sin cabeza
veintecuatro horas supone una vida y una semana una locura. cuando tomas la realidad como algo invulnerable, la realidad extra luminosa ni existe ni se la provoca al menos que seas un santo o un loco. me alejo del huerto aunque me atrae meterme entre sus surcos. pienso en la tierra que elaboraba con la mezcla de todos los restos organicos del cesped y las sobras de la comida, crear tierra sin dolor, cuando la abres con la tornadera, ya podrida y caliente por dentro, te haces un explorador que observa y escucha sus dircursos y vapores, podria conseguir hacer un mundo nuevo, ahora puedo continuar, quiero decir, conozco la formula.
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